Sunday, July 22, 2018

Gobierno de Antonio Guzman

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En 1977, el PRD lo escogió como candidato a la Presidencia, resultando victorioso en las elecciones de mayo de 1978.

Con el apoyo decidido de la embajada de los Estados Unidos, de los empresarios (sector que aunque beneficiario de las políticas de Balaguer había visto como insostenible su prolongación en el tiempo) y con el voto mayoritario del pueblo dominicano, Guzmán tomó posesión el 16 de agosto de 1978. De inmediato realizó cambios en el ordenamiento burocrático-militar, tomó medidas contra la corrupción que había caracterizado al gobierno anterior y se encaminó hacia un nuevo ordenamiento del estado dominicano, eliminando el fantasma de asonadas militares y de la interrupción del orden democrático.

Inició un proceso de "despolitización" de las fuerzas armadas y la Policía Nacional, las cuales habían sido convertidas por Balaguer, en instrumentos de represión, de luchas internas y de intimidación criminal y política, basadas en un apego al presidente de turno y a su partido, el Partido Reformista.


Medidas Presidenciales Importantes

Antes de cumplir 60 días en el poder, promulgó la Ley de amnistía, que puso en libertad a centenares de presos políticos y permitió el regreso de decenas de exiliados políticos del régimen anterior.

Derogó una serie de medidas administrativas que afectaban el disfrute de las libertades individuales, dando paso al establecimiento de un ambiente democrático en el país.

En un discurso pronunciado el 22 de enero de 1979, delineó su política económica, la cual se enfocó en incentivos al desarrollo agrícola y a la agroindustria, como principal fuente generadora de empleo en la zona rural. También promovió medidas para la protección de la pequeña y mediana industria, la limitación de importaciones suntuarias, así como estímulos a la actividad exportadora y el aumento en la producción de energía eléctrica.

La madrugada del domingo 4 de julio de 1982 se suicidó en el Palacio Nacional, faltando 43 días para terminar su mandato.

Primer Triunvirato

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Tras el golpe de Estado al gobierno de Juan Bosch, surge el primer Triunvirato, como respuesta a la incapacidad de los militares golpistas de tomar control del Estado.

Este gobierno estuvo integrado por tres personas: Emilio de los Santos, Enrique Tavárez Espaillat y Ramón Tapia Espinal.Los Estados Unidos reprobaron el golpe de Estado, y a su vez, intentaron restablecer la constitucionalidad a través de un gobierno que estuviese presidido por el presidente del Senado dominicano. Sin embargo, el gobierno del Triunvirato se resistió a estas presiones diplomáticas y denunció ante la Organización de Estados Americanos (OEA), la intromisión de los Estados Unidos en la política interna del país.

Manuel Aurelio Tavarez Justo (Manolo), fundador  y líder del movimiento antitrujillista 14 de Junio, ahora convertido en Partido Político 14 de Junio, se opuso al Triunvirato y a los golpistas abiertamente. Manolo tomó las armas y se dirigió a las montañas con la intención de combatir al gobierno. Luego de una lucha contra el ejército fue hecho preso, y sin darle la oportunidad de un juicio, los militares lo fusilaron el 21 de noviembre de 1963 en "Las Manaclas", un paraje montañoso cercano a San José de las Matas en la cordillera central.

Esto provocó que el presidente Emilio de los Santos renunciara a la presidencia del "Triunvirato".

Donald Reid Cabral, un ex-miembro del 2do. Consejo de Estado e importador de vehículos, tomó la presidencia del "Triunvirato".  En lo adelante el Triunvirato se recompuso 2 veces más.

Al llegar abril del año 1965, el gobierno todavía estaba presidido por Reid y tenía un presidente y un sólo miembro; Ramón Cáceres Troncoso;  es decir, el "Triunvirato" estaba compuesto por 2 personas solamente.

Acciones imprudentes del gobierno de Reid:

  • Represión politico-social que recordaba al Trujillismo.
  • Corrupción descarada a favor de allegados.
  • Falta de garantías constitucionales.
  • Contrabando indiscriminado en perjuicio de la balanza de pagos (mediante las llamadas "Cantinas Militares").
  • Economía descuidada que produjo inflación.

Estas acciones desencadenaron la Guerra de Abril de 1965 que finalmente terminó con el gobierno que se extendió desde el 26 de septiembre de 1963 al 25 de abril de 1965, para un tiempo total de un año y siete meses.

Los crímenes del dictador Rafael Trujillo en República Dominicana




Un 30 de mayo fue asesinado en Santo Domingo (República Dominicana) Rafael Trujillo, considerado uno de los dictadores más implacables de América Latina, quien estuvo al mando del país centroamericano desde 1930 hasta 1961.

Sus tres décadas de régimen, que contaron con el apoyo de los Estados Unidos, se caracterizaron por la violenta represión a toda oposición -sobre todo al comunismo-, reflejada en miles de asesinatos, desapariciones, torturas, persecuciones, violaciones, exilios y diversos crímenes.

Más de 50.000 personas fueron asesinadas durante su régimen, entre las que se cuentan 17.000 haitianos residentes en República Dominicana, a los que mandó a matar en 1937 en la llamada "Matanza del Perejil"; el secuestro, tortura y asesinato del exiliado vasco Jesús Galíndez; o el asesinato de las tres hermanas activistas políticas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal.

Además, la persecución contra el entonces presidente de Venezuela, Rómulo Betancourt, luego que este denunciara la dictadura de Trujillo en la Cumbre de la Organización de Estados Americanos (OEA) en 1948 y se volviera uno de sus más acérrimos detractores.

Trujillo intentó matarlo varias veces. El primer atentado ocurrió en 1953 y el último de ellos en junio de 1960, cuando ordenó instalar un auto cargado de dinamita que estalló al paso de la caravana presidencial durante una celebración nacional.

Trujillo nunca fue juzgado fuera ni dentro de su país. Sin embargo, en la noche del martes 30 de mayo de 1961, en la carretera que une Santo Domingo con San Cristóbal, su auto fue emboscado por un grupo de 11 hombres armados.

Los implicados fueron Modesto Díaz, Salvador Estrella Sadhalá, Antonio de la Maza, Amado García Guerrero, Manuel "Tunti" Cáceres Michel, Juan Tomás Díaz, Roberto Pastoriza, Luis Amiama Tió, Antonio Imbert Barrera, Pedro Livio Cedeño y Huáscar Tejeda.

El vehículo del dictador recibió más de 60 impactos de bala de diversos calibres, de los cuales, Trujillo recibió siete, lo que le provocó la muerte.

Thursday, July 19, 2018

Constitución de 1963



La Constitución de 1963 fue proclamada el 29 de abril de ese año por una Asamblea Constituyente cuyos miembros fueron elegidos en las elecciones del 20 de diciembre de 1962, en las primeras elecciones libres y democráticas celebradas en el país después de la caída de la dictadura, y en los que resultaron electos a la presidencia y vicepresidencia de la República los señores Juan Bosch Gaviño y Armando González Tamayo.

A pesar de ser la Constitución más liberal y con vista progresista que ha tenido el país, también contaba con ciertos opositores como la Iglesia, por ejemplo, que consideraba que la Constitución de 1963 estaba privada de todo sentido espiritual, que retrocedía a las épocas en que la influencia demagógica, y que desconocía los derecho de la Iglesia al no consagrar las relaciones entre ésta y el Estado, fijadas por el Concordato.

Para Bosch y sus partidarios se trataba de una lucha por la libertad e igualdad políticas contra el tradicional dominio exclusivo y autoritario por parte de un reducido grupo de tutumpotes. Para sus oponentes, no era más que un intento de convertir la República en una nación sin Dios y sin culto.

República en "ARMAS", Guerra de Abril de 1965


Un vídeo corto pero con mucho contenido, la guerra de abril de 1965, una lucha por la vuelta de la democracia en el país, fue un movimiento cívico-militar que se caracterizó por la participación activa, militante y armada de las masas populares, porque se quería la vuelta al poder de Juan Bosch, presidente que no pudo terminar su período electoral y que sin embargo guardaba un futuro prospero y lleno de libertad para la nación.


La Cárcel de la 40


En esta Cárcel se llevaban a cabo diferentes métodos de tortura y se llevaban a las personas que estaban en desacuerdo con el Régimen de Trujillo, las mataban, torturaban y degollaban injustamente. Era el lugar mas temido para las personas, por eso el pueblo siempre obedecía a todo lo que Trujillo imponía para no ser torturados ni morir en este lugar tan bestial. Sus actividades estaban íntimamente ligadas a la existencia del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), organismo de inteligencia organizado en principios de la Dictadura de Trujillo.

Wednesday, July 18, 2018

Héctor Rafael García Godoy Cáceres



Héctor Rafael García Godoy Cáceres fue un presidente provisional abogado y político en el 1965 y 1966 bajo la OEA cuando termino la guerra de abril de 1965.

Durante la Revolución de Abril, en 1965, fue escogido provisionalmente como Presidente de la República, sustituyendo al Coronel Caamaño Deñó, el 3 de septiembre, y gobernó el país durante nueve meses hasta que entregó el poder al doctor Joaquín Balaguer, en 1966. Antes de marcharse organizó las elecciones nacionales de 1966.

Electo Joaquín Balaguer, fue nombrado embajador en Estados Unidos desde 1966 hasta 1969. Lideró el Movimiento de Conciliación Nacional, MCN, hasta su muerte ocurrida el 20 de abril de 1970. Murió el 20 de abril del 1970.


Discurso de Juan Bosch




Juan Emilio Bosch Gaviño


Mas que un presidente, Juan Bosch fue un cuentista, ensayista, novelista, narrador, historiador y educador.

Juan Bosch fue el primer presidente electo democráticamente, aunque su gobierno duro casi siete meses, debido a un golpe de estado, muchos consideran a Juan Bosch como un presidente correcto y considerado por muchos como un educador, ya que cada vez que daba un mensaje trataba de dejar un nuevo conocimiento, tal como un profesor.

Bosch fue encarcelado por sus ideas políticas, siendo liberado después de varios meses. En 1938, a sabiendas de que el tirano lo quería comprar con un puesto en el congreso, Bosch logró salir del país y se estableció en Puerto Rico.

Después de 23 años en el exilio, Juan Bosch regresó a su país cuando Trujillo fue asesinado el 30 de mayo de 1961. Su presencia en la vida política nacional, como el candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano, fue percibida como un cambio por los dominicanos. Su manera de hablar, directa y sencilla, sobre todo al dirigirse a las capas más bajas de la población rural y urbana, le proporcionó una gran simpatía popular. Aunque fue víctima de una campaña sucia por parte de la Iglesia y los sectores conservadores que lo acusaron de ser comunista, en las elecciones del 20 de diciembre de 1962, Bosch obtuvo un triunfo total sobre su principal opositor Viriato Fiallo de la Unión Cívica Nacional. Fueron las primeras elecciones libres después de la muerte del dictador.

El 27 de febrero de 1963, Bosch y Segundo Armando González Tamayo tomaron posesión como nuevos Presidente y Vicepresidente de la República Dominicana, en una ceremonia que contó con la participación de importantes líderes democráticos y personalidades, como Luis Muñoz Marín y José Figueres. Bosch hizo inmediatamente una profunda reestructuración del país. El 29 de abril, se promulgó una nueva constitución de carácter liberal que concedía derechos desconocidos por los dominicanos. Entre otras cosas, consignó los derechos laborales y la libertad sindical, y se ocupó por sectores tradicionalmente excluidos como las mujeres embarazadas, los hijos ilegítimos, las personas sin hogar, niñez, la familia, la juventud y los agricultores, entre otros.

Bosch enfrentó sectores tradicionalmente poderosos. Su actitud contra el latifundio le acarreó la animadversión del sector terrateniente. La Iglesia católica creyó que Bosch estaba tratando de secularizar el país. Los industriales recelaban de los beneficios que la nueva Constitución otorgaba a la clase obrera. Los militares, que antes disfrutaban de la libertad de hacer lo que quisieran, sintieron que Bosch los sometía. Además, el gobierno de los Estados Unidos se mostraba escéptico ante el menor indicio de la política de izquierda en el Caribe después de que Fidel Castro se declaró abiertamente comunista.

Sucesos de la muerte de Trujillo


Friday, July 13, 2018

Elecciones de 1966 y el comienzo de "Los 12 años de Balaguer".




En la campaña Balaguer se desplazaba por todo el país promoviéndose como el candidato de la paz, del nuevo amanecer y con los símbolos de su partido, el gallo y el machete verde y  con su lema ni injusticias ni privilegios  y  la revolución sin sangre. Con Balaguer en la Presidencia  retorna el neotrujillismo, modelo  con el que ejerció el poder de  1966 a 1978. En tanto, Bosch difundía sus mensajes por la radio y la televisión por temor a ser asesinado. Contaba con  el programa radial Tribuna Democrática, órgano de difusión del PRD.

En ese período Balaguer puso en ejecución viejas prácticas del trujillismo: muertes, apresamientos y desapariciones de los  que no estaban de acuerdo a sus ideales, en su mayoría constitucionalistas, antitrujillistas y  comunistas. Balaguer copó los medios impresos. Las  publicaciones de espacios pagados en  páginas completas eran frecuentes. Basaba su  campaña  en recordar  las medidas que adoptó cuando estuvo en el poder de 1960 al 1962. Produjo  rebajas ínfimas de precios  de varios artículos comestibles como el arroz, el aceite y la leche, entre otros.

Wednesday, July 11, 2018

Abril: La Trinchera del Honor


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Abril: La Trinchera del Honor es un documental escrito y realizado por el cineasta y documentalista René Fortunato y publicado en el año 1988. El documental trata sobre todo lo ocurrido antes, durante y después de la Revolución de Abril de 1965 al igual que de la segunda intervención norteamericana en el país.

“La trinchera del honor” fue el primer largometraje documental que se hizo aquí en la Republica Dominicana. En este documental se pueden observar fotos, videos y entrevistas que fueron realizadas durante la revolución y previo a esta.

Desaparición de Jesús Galíndez


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Jesús Galíndez fue un escritor, jurista, profesor y político español de ideología nacionalista vasca. Vivió durante algo más de 6 años en la República Dominicana, entre 1939 y 1946. Durante sus años en la República Dominicana Galíndez fue recogiendo y recopilando documentación sobre la dictadura  de Trujillo que desembocaría en el trabajo de investigación sobre el régimen que causaría su desaparición en el año 1956 en la ciudad de New York por parte de Trujillo.

En el siguiente artículo se hace un recorrido entorno a la desaparición de Jesús Galíndez y quienes estuvieron envueltos en este, al igual de todas las consecuencias que esta desaparición trajo consigo para la dictadura de Trujillo.


Tuesday, July 10, 2018

Gobierno de Horacio Vázquez



 El tercer gobierno de Horacio Vásquez , marca el inicio de la Tercera República formada con la salida de las tropas estadounidense en 1924.El partido Nacional dirigido por Horacio Vásquez se unió a los del partido Progresista de Federico Velásquez, y formaron la Alianza Nacional Progresista, quienes obtienen el triunfo en las elecciones de 1924.

El gobierno de Vásquez fue una consecuencia más de la ocupación. Una de sus primeras medidas fue la introducción de modificaciones en la Convención de 1907, provocando que el control financiero de Estados Unidos en la República fuera más largo. Los intelectuales realizan denuncias a través de la prensa y vistas públicas, pero no fueron atendidas siendo ratificada por el Congreso en 1925. Durante su mandato podríamos señalar otras medidas que pudiéramos decir que no fueron tan negativa para la nación como son las siguientes:


  • Respeto a las Libertades Públicas y Derechos Humanos.
  • Se Construyó el Acueducto de Santo Domingo.
  • Se ampliaron las tres carreteras.
  • Aceleró el proceso de modernización en la sociedad dominicana.
  • Fundó la escuela Agrícola de Moca
  • Ordenó la construcción de los puentes sobre el río Yuna, Iguamo y Nizao.


Otras medidas no fueron tan favorables como las mencionadas más arriba y que junto a la modificación de la convención de 1907 serán punto de disgusto en la población, veamos algunas de ellas:

  • Rompió con la institucionalidad, fue elegido por 4 años y extendió su mandato a 6 años.
  • Gestionó nuevos préstamos.
  • Autoriza la emisión de bonos por 10 millones de dólares.
  • Creación de cargos públicos innecesarios.
  • El hecho de romper con la institucionalidad producirá fricciones entre el presidente y su vicepresidente Federico Velásquez.

La debilidad política que fue demostrando el gobierno, su estado delicado de salud y el establecimiento de nuevos impuestos conducen al gobierno de Horacio Vásquez a mano del jefe del Ejército Rafael Leonidas Trujillo Molina, quien junto al vicepresidente Rafael Estrella Ureña crearon un movimiento en la ciudad de Santiago llamado Movimiento Cívico que provocó la caída de Horacio Vásquez.

Rafael Leónidas Trujillo Molina

Leonidas Trujillo Molina fue un dictador, reconocido por protagonizar una de las tiranías más sangrientas y represivas de Latinoamérica.

Trujillo ejerció hasta su muerte un poder dictatorial, si bien durante los años 1938-42 y 1952-61 se sirvió de intermediarios de su confianza para ocupar los principales puestos políticos (como su propio hermano, Héctor Bienvenido, al que situó como presidente de la República y primer ministro en 1952).

La dictadura de Trujillo se apoyó en el ejército y la policía, reprimiendo brutalmente a la oposición. El nepotismo y la corrupción enriquecieron, en detrimento de la mayoría del país, a una estrecha oligarquía encabezada por el propio clan de los Trujillo, que se hizo con negocios como el monopolio del tabaco.

En su delirio de grandeza, Rafael Leónidas Trujillo llegó a cambiar el nombre de la capital dominicana, rebautizándola Ciudad Trujillo; construyó faraónicas obras públicas para perpetuar su memoria; y lanzó a su ejército a operaciones de intervención en otros países del Caribe. Ante tales excesos, los Estados Unidos dejaron de apoyarle y promovieron un golpe de Estado militar, en el que murió asesinado el dictador.

Monday, July 9, 2018

El Funeral (Juan Bosch)


Aprovecho esta entrada para compartir lo que es, para mí, el mejor cuento escrito por Juan Bosch, este trata sobre un Toro llamado Joaquito, quien escapó de su potrero, en su escape, lleno de  rabia, destruyo las plantaciones de muchos vecinos, y su dueño decide sacrificarlo para evitar que haga mas daño.

El funeral
(Cuentos escritos en el exilio, 1962)

      Cuando empezaron a caer las lluvias de mayo el agua fue tanta que se posó en los potreros formando lagunatos. Despeñándose por los flancos de la loma, chorros impetuosos arrastraban piedras y levantaban un estrépito que asustaba a las vacas. Las infelices mugían y se acercaban a las puertas del potrero, con las cabezas altas, como rogando que las sacaran de ese sitio. Los entendidos en ganado, que oían a las reses bramar, decían que pronto se les resblandecerían las pezuñas. Aconsejado por ellos, don Braulio dispuso que llevaran las vacas hacia las cercanías de la casa, pero se negó resueltamente a que Joquito bajara con ellas.

          Joquito, pues, se quedó solo en el potrero. Estuvo inquieto toda la tarde y pasó la noche bajo un memizo, bramando de cuando en cuando. Bramó también unas cuantas veces al día siguiente; sin embargo no desesperó hasta el atardecer; a la hora de las dos luces, sin duda convencido de que sus compañeras no regresarían, lanzó bramidos tan dolorosos que hicieron ladrar de miedo a todos los perros de la comarca. Al iniciarse la noche se oyó el toro hacia el fundo del potrero, pegado a las lomas; más tarde, cerca del camino real, lo que indicaba que corría el campo sin cesar y de seguir así no tardaría en saltar sobre la alambrada. Poco antes del amanecer don Braulio oyó a los perros que ladraban en forma agitada muy cerca de la casa; a poco oyó un bramido corto y el sordo trote de la bestia, que sin duda correteaba alegremente por el camino real.

          Suelto en aquel lugarejo, donde no había más reses que las ventanitas de don Braulio, un toro como Joquito era una amenaza para todo el vecindario, de manera que había que encerrarlo en el potrero cuanto antes, y para eso salió don Braulio con sus peones y unos cuantos perros.
          Don Braulio montaba su potro bayo, verdadera joya entre caballos, y encabezaba el grupo. Llevaban media hora de marcha y los hombres iban charlando alegremente; de pronto una mujer gritó que el toro venia sobre ellos, noticia que produjo alguna confusión. Como en un frenesí, los perros comenzaron a ladrar y a correr hacia el frente, como si hubieran olido a Joquito. Con efecto, Joquito no tardó en dejarse ver. Avanzaba en una carrera de paso parejo, ladeándose con gracia juvenil, y hacía retumbar la tierra bajo sus patas. Al tropezar con los perros se detuvo un momento y miró en semicírculo. Estudiaba la situación, que no le era favorable porque no había salida sino hacia atrás. Joquito no parecía dispuesto a volver por donde había llegado. De súbito pateó la tierra, bajó la testuz y lanzó un bramido retumbante, que hizo huir a los perros. Los hombres se habían quedado inmóviles.

          Pero don Braulio era un viejo duro, y diciendo algunas palabras bastantes puercas se adelantó hacia el animal. Joquito no dudó un segundo: con la cabeza baja, arremetió con todo su peso. Los peones vieron esa mole rojiza, de brillante pelamen, cuya nariz iba rozando el suelo, arremeter ciegamente con la cola erecta. Don Braulio ladeó su bayo y eludió el encuentro. Joquito se detuvo en seco. Como los peones gritaban y le tiraban sogas al tiempo que los perros lo atormentaban con sus ladridos, el toro se llenaba de ira y rascaba la tierra con sus patas delanteras. La cola parecía saltarle de un lado a otro, fueteándole las ancas.

          Don Braulio volvió a pasar frente al animal, y éste, fuera de sí, se lanzó con tanta fuerza sobre la sombra del caballo que fue a dar contra la palizada del conuco de Nando, y del golpe echó abajo un lienzo de tablas. Al ver ante sí un hueco abierto, Joquito pareció llenarse de una diabólica alegría; se metió en el conuco y en menos de un minuto tumbó dos troncos jóvenes de plátano, destrozó la yuca y malogró un paño de maíz tierno. Nando se lamentaba a gritos y don Braulio pensaba cuanto iba a costarle esa tropelía de su toro.

          Dos veces más se repitió el caso, en el término de media hora: una en el arrozal del viejo Morillo, más allá del arroyo, donde Joquito batió la tierra y confundió las espigas con el lodo; otra en el bohío de Anastasio, en cuyo jardín entró, haciendo llorar de miedo a los niños y asustando a las mujeres. Don Braulio pensó que tendría que matar al toro, y era un milagro que a medio día Joquito siguiera vivo.

          A las dos de la tarde, sudados, molidos, los peones pedían reposo para comer. Habían recorrido a paso largo todo el sitio, desde la Cortadera hasta el Jagüey, desde la loma hasta el fundo de Morillo. Algunos vecinos se habían unido a la persecución y los perros acezaban, cansados. Plantado en su caballo, don Braulio se sentía humillado. En eso, de un bohío cercano alguien gritó que Joquito llegaba.
          —¡Ahora veremos si somos hombres o qué! —gritó don Braulio.
          Apareció el toro, pero no con espíritu agresivo; ramoneaba tranquilamente a lo largo del camino, moviéndose con la mayor naturalidad. Por lo visto Joquito no quería luchar; sólo pedía libertad para correr a su gusto y para comer lo que le pareciera.

          Pero los perros estaban de caza, y en viendo al toro comenzaron a ladrar de nuevo. Con graves ojos, Joquito se volvió a ellos, y en señal de que los menospreciaba, tornó a ramonear. Los perros se envalentonaron, y uno de ellos llevó su atrevimiento hasta morderle una pata. Joquito giró violentamente y en rápida embestida atacó a sus perseguidores. El animal había perdido otra vez la cabeza.

          Pero también don Braulio había perdido la suya. El cansancio, la idea de todos los daños que tendría que pagar, la vergüenza de haber fracasado, y quizá hasta el hambre, le encolerizaron a tal punto que espoleó al bayo sin tomar precauciones. Así, el choque fue inevitable. El golpe paralizó a la peonada, que durante unos segundos interminables vio cómo Joquito mantenía en el aire al bayo, mientras don Braulio hacía esfuerzos por sujetarse al pescuezo de su caballo. De súbito el caballo salió disparado y cayó sobre las espinosas mayas que orillaban el camino, y de su vientre salió un chorro de sangre que parecía negra. Desde el suelo, adonde había sido lanzado, don Braulio sacó su revólver y disparó.

          Entre los gritos de los peones resonaron cinco disparos. Joquito caminó, con pasos cada vez más tardos; después dobló las rodillas, pegó el pescuezo en tierra y pareció ver con indecible tristeza su propia sangre, que le salía por la nariz y se confundía con el lodo del camino.

          Hasta los perros callaron, por lo menos durante un rato. Algunos peones corrieron para ayudar a don Braulio a ponerse de pie. Debió sufrir golpes, porque se sujetaba las caderas y tenía la cara descompuesta. Cuando lo conducían hacia la casa, dijo:
          —Desuéllenlo ahí mismo.

          Extrayendo los cuchillos de las cinturas, varios hombres se lanzaron sobre Joquito, y una hora más tarde la carne del toro, partida en grandes piezas, era llevada a la cocina de don Braulio. Ahí pareció terminar todo.

          Tornó a lloviznar, y el agua borró el último rastro de la sangre de Joquito. Los perros se hartaron con los pedazos inservibles de la víctima, y cuando se acercaban las cuatro de la tarde nada parecía haber sucedido y nada indicaba que Joquito había sido muerto y descuartizado en el camino real.

          Pero de pronto resonó en la vuelta del camino un bramido lleno de tristeza y de ira a la vez. En alocada carrera, los niños llenaron los vanos de las puertas, porque les pareció que el propio Joquito bramaba desde más allá de la vida. Pero no era Joquito. Un toro negro, nunca visto en el lugar, apareció por el recodo, caminó con el pescuezo alargado, venteó, abriendo los hoyos de la nariz, y tornó a bramar como antes. Por los lados de la loma respondió otro bramido, y el toro volvió hacia allá sus desolados ojos. Parecía esperar algo; después caminó más, pegó el hocico en tierra, olió el lodo y revolvió el fango con patas pesadas. Allí, olfateando, buscando, estuvo un momento; al cabo alzó otra vez la cabeza, y con un grito angustioso, impresionante, cargó de pesadumbre los cuatro vientos.

          Los niños de la casa no se atrevían a moverse; apenas respiraban. De pronto vieron aparecer una vaca gris. Igual que el toro, era desconocida en el lugar e igual que él se acercó, olió y lanzó un doliente quejido. Juntas ya, las dos reses empezaron a patear. Daban vueltas y vueltas y vueltas, como ciegas, como forzadas, y tornaban a quejarse. Inesperadamente reventó cerca otro potente bramido, y de algún lugar no lejano salió otro. Entonces se arrimó a la puerta un viejo campesino y se puso a observar los matorrales.

          —Horita ta esto cundío de toros —dijo.

          Seguía cayendo fina y susurrante la llovizna. Una vaca pasó al trote y fue a juntarse con el toro y la vaca que daban vueltas en el lugar donde había caído Joquito. También ella gritó, oliendo el lodo. Y de pronto llegaron por caminos insospechados seis o siete reses más, que hicieron lo mismo que las otras tres. Juntando los cuernos parecían hacerse preguntas sobre lo que había ocurrido allí, y a poco empezaron todas a bramar a un tiempo, a agitarse, a cruzar los pescuezos entre sí, a mover las colas con apenada lentitud.

          En el aposento de don Braulio, donde las mujeres colocaban cataplasmas en las caderas del amo, resonaban los angustiosos gemidos de las bestias. La gente se asomaba a la puerta a ver qué sucedía. ¿De dónde salían tantas reses? Ya había más de docena y media, y la lluvia, que engrosaba a medida que la tarde caía, no detenía la marcha de otras que se veían llegar a lo largo de los callejones. Aquel lugar no era sitio de ganadería, y con la excepción de las reses de don Braulio, no había vacas ni toros. ¿De dónde salían las que llegaban, pues?
          El viejo campesino explicó que cuanta res oyera aquellos bramidos iría al sitio, aunque tuviera que caminar horas y horas. Era el velorio de un hermano, y ninguna faltaría a la cita.

          —Son asina esos animales —dijo.

          En efecto, así eran. Media hora después, vacas, novillas, bueyes, toretes y becerros se amontonaban en el sitio donde cayó Joquito. Olían la tierra, gemían y se restregaban los unos a los otros. Hollaban el lodo con sus pezuñas y parecían preguntar llenos de dolor, a los montes, a los cielos y al camino qué habían hecho de su hermano, de su vigoroso y bravo compañero. Los bramidos de los toros, los quejidos de las vacas, los balidos de los pequeños se confundían en una imponente música funeral, y resonaban bajo ella los roncos gemidos de los bueyes viejos. Asustados por aquel concierto lúgubre, los caballos de la vecindad erizaban las orejas y se quedaban temblando, y los perros buscaban abrigo en los rincones de los bohíos.

          Mientras crecía sin cesar, el grupo seguía mugiendo y cada vez se enardecía y se desesperaba más. Se hacían más roncos sus gritos de dolor. Desde las vueltas distantes de los callejones seguían saliendo compañeros, que nadie sabia para donde iban, y que debían recorrer grandes distancias para llegar a la cita. Atravesando arroyos, toros enormes que sin duda habían roto las alambradas de sus potreros, llegaban para llorar por aquel que no habían conocido. Con su pesado andar, desde las lomas descendían viejos y graves bueyes cargadores de pinos; finas novillas hendían las yerbas de los pastos y se dirigían al lugar de la tragedia.

          Había pasado ya más de una hora desde que llegó el toro negro, primero en comenzar el funeral de Joquito. Eran, pues, más de las cinco y el día lluvioso iba a ser corto. Cansados de llorar, los toros empezaron a remover la tierra con sombría desesperación; la removían y la olían, como reclamando la sangre de Joquito que ella se había bebido. Iban y venían de una a otra orilla del camino, atropellándose con majestuosa lentitud, y parecían preguntar a la noche, que ya se insinuaba, dónde estaba su hermano, por qué le habían asesinado, qué justicia tan bárbara era la de los hombres.

          Pareció que la noche iba a hacerse de golpe, por un corte súbito de la escasa luz que todavía quedaba sobre el mundo. Inesperadamente, antes de que se produjera tal golpe, los animales, como si un maestro invisible los hubiera dirigido, rompieron en un impresionante crescendo final, y el imponente lloro ascendió a los cielos y flotó allá arriba, en forma de nube sonora que oprimía los corazones. El crescendo se mantuvo un rato; después fue debilitándose; un minuto más tarde comenzaba a dispersarse todo aquel concierto acongojador, y al cabo de otro minuto más sólo se oía en la distancia el bramido de algún toro que abandonaba el lugar. Los quejidos fueron oyéndose cada vez más y más distantes; cada vez parecía ser menor el número de los que gritaban, y al fin, cuando la oscuridad empezaba a adensarse, se oía uno que otro bramido perdido, más lejano a medida que transcurrían los segundos y a medida que la noche crecía.

          El viejo campesino pensó que muchos de los bueyes que llegaron allí andarían toda esa noche sin descanso, y tendrían que trepar lomas, echando a rodar las piedras; que muchas vacas y novillas cruzarían arroyos y lodazales en busca de sus querencias; que algunas de esas reses se estropearían con las raíces y los tocones, otras se cortarían con las púas de los alambres, y quién sabía a cuántas les caerían gusanos en las heridas que recibirían esa noche.

          Pero no importaba lo que pudieran sufrir. Habían cumplido su deber; habían ido al funeral de Joquito. Lo dijo así él.
          —¿Sin conocerlo? —preguntaron los niños.
          —Unjú, sin conocerlo. Las reses son asina.
          Y el viejo campesino pensó con satisfacción en la ventaja de ser hombre. Porque ni él, ni sus amigos, ni nadie en fin perdía su sueño a causa de que en un camino real cayera muerto un señor desconocido.

El fin justifica los medios


Es habitual escuchar decir que ‘el fin justifica los medios’ cuando alguien ha conseguido algo por algún método que no es del todo ético, pero que el hecho de realizarlo de aquel modo ha valido la pena por el resultado conseguido (aplicándose sobre todo en el terreno de la política y los negocios especulativos).


Muchos son los que han atribuido, erróneamente, esta frase al escritor, y relevante personaje de la Italia renacentista, Nicolás Maquiavelo, quien defendió a través de su obra literaria la manera más amoral de hacer política.

A lo largo de la historia las personas utilizan este concepto para justificar actos inhumanos, podríamos tomar como ejemplo el Holocausto y el exterminio de los judíos, un experimento para hallar la cura de cierta enfermedad, pero el proceso se ponga en peligro la vida, y actos de esta magnitud.

El país tras la muerte del "Jefe"


No podemos con certeza decir que después del  30 de mayo de 1961 la República Dominicana era del todo libre, sin embargo si se puede afirmar que se respiraba otro aire. Pues durante 30 años los dominicanos no conocieron cosas como lo que son: la libertad de expresión de pensamiento, el pruralismo político, ya que a lo largo de la dictadura sólo existía un único partido, característica propia de los regímenes totalitarios.

Se puede hablar de libertad pura unos 6 meses después, los días 18 y 19 de noviembre, cuando Ramfis, hijo de Trujillo y sus tíos decidieron exiliar el país. Tan pronto la población se enteró de que la familia Trujillo y algunos de sus colaboradores más cercanos habían huido del país, la alegría fue colectiva. A lo largo del territorio nacional muchedumbres se lanzaron a las calles a festejar la trascendental noticia, mientras otros grupos se dedicaron a derribar bustos, estatuas, letreros, en fin, todo lo que simbolizara al dictador Trujillo y a su familia. Muchas propiedades de los Trujillo también fueron objeto de la furia del pueblo que, durante tantos años, había tenido que reprimir sus deseos de libertad. La capital de la República recuperó su antiguo nombre de Santo Domingo y se inició el período que entonces se llamó “la destrujillización”.

Rafael Leónidas Trujillo Molina(Documental)


Saturday, July 7, 2018

El SIM


Rafael Leonidas Trujillo (El Jefe) durante su gobierno implantó un régimen de terror basado en un organismo policial y militar que practicaba la persecución, la  tortura y el asesinato, aparte de esto tenía a su servicio un sistema de espionaje y de vigilancia llama el SIM (Servicio de Inteligencia Militar).


Las primeras actividades del SIM  comenzaron en el 1957. Entre sus muchas funciones estaba la de vigilar a la población,  a los funcionarios públicos y los miembros de las fuerzas armadas,en forma particular.  El objetivo era, esencialmente, obtener información y defender a toda costa los intereses de Trujillo, además de someter a los opositores al régimen.



A los integrantes y los informantes del SIM se le conocía popularmente como “calié”. Solían patrullar y desplazarse en autos VW modelo Beetle color oscuro llamados “cepillos” por la población. Solían apresar a los sospechosos de traición y trasladarlos a varios centros de torturas, como La Cárcel del 9 o La Cárcel de la 40, donde sus integrantes aplicaban horribles formas de torturas para conseguir información.

LA ERA DE TRUJILLO


En este vídeo podemos ver como se encontraba el país en el periodo de gobierno de 1930 a 1960 de Trujillo. Sucedieron acontecimientos como en el ciclón San Zenon 1930 y que la capital de Santo Domingo quedo destruida pero Trujillo reconstruyo la capital y a este en honor al Jefe le cambiaron el nombre y le pusieron La Ciudad Trujillo. Así mismo, Trujillo se hizo honores a el mismo cambiándole los nombres a las calles por su propio nombre y poniendo momentos en el país completo de el mismo. Trujillo era una persona con un gran ego, que disfrutaba del terror y miedo que le transmitió por largos años al pueblo dominicano.

Tuesday, July 3, 2018

Los psicópatas en la vida cotidiana


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José Miguel Gómez escribió para el periódico Hoy un artículo donde hacia un pequeño comentario y análisis sobre lo que era la vida diaria de algunas figuras políticas y militares que llevaron a cabo muchísimas torturas. En el artículo describe que dichas personas que cometían estos actos atroces eran personas cuya apariencia y actitudes eran “normales” que se podían considerar hasta padre, hermanos y esposos ejemplares; y que podían llevar una vida cotidiana como si no realizaran ninguno de estos actos.

También en el artículo, Gómez habla sobre los psicópatas de hoy en día; y no de aquellos que matan sino, también aquellos que pueden estar trabajando en una empresa y que en ella realicen algún tipo de “trabajo sucio” ya que como el describe: “Los psicópatas son unas especies de “drones” pero en tierra, que espían, controlan, se filtran en el poder y manejan historias, cuentas, negocios y documentos por lo que cobran.” Por tanto, podemos encontrar personas con signos de psicopatía en muchas esferas de la vida cotidiana pero tal vez no los identificamos.  


Aquí se puede leer el artículo publicado en el periódico Hoy titulado:"Los psicópatas en la vida cotidiana"

Sunday, July 1, 2018

Los efectos del racismo en los niños


En este documental podemos ver en la forma que los niños reflejan los prejuicios existentes en la sociedad y este es un claro ejemplo de racismo hacia las personas negras o comúnmente llamadas personas de color. Pero lo que la sociedad no se ha dado cuenta es que somos una mezcla de todas las razas y colores de piel y que no se debería de discriminar a las personas negras que son humanos iguales que cualquier otra persona india o blanca. Entonces, si no se educan a los niños desde un inicio van a crecer pensando erróneamente sobre que una persona mala, menos inteligente o fea es una persona de color morena y claramente no es asi porque tu color de piel  no define quien eres o como eres.

MALALA YOUSAFZAI


Cuando de discriminación se habla, ya sea por sexo, raza, pelo, apariencia física, orientación sexual, entre otras, muchos personajes que han defendido hasta con su sangre, llegan a nuestras cabezas. Por esto dejo aquí un video dinámico acerca de la vida de Malala Yousafzai, una chica paquistaní que se convirtió en la persona más joven, con solo 17 años, en obtener el Premio Nobel de La Paz, un logro alcanzado por su defensa de la educación femenina después de casi pagar con la vida su apoyo a la causa.

Eppur si muove!

Eppur si muove! (y sin embargo, se mueve) es  la hipotética frase en italiano  que, según la tradición, Galileo Galilei habría pronunci...